Marino Skerritt
García es miembro del CIR de Cazuela de Antillana de Acero y el único
trabajador de la Siderúrgica que en este periodo alcanzó la condición nacional e
individual “8 de Octubre” por su aporte al desarrollo de la actividad
innovadora en el país. Al respecto conversamos con él.
Periodista: Marino cuéntenos por favor su experiencia.
Marino: El reconocimiento alcanzado, considero se debe a un conjunto de
innovaciones implementadas en este año, una de ellas es: Nuevo diseño
refractario de la cazuela de vaciado de Antillana de Acero.
P: ¿En
qué se fundamenta esta innovación?
M: El
trabajo consiste en una remodelación de los refractarios que utilizaba la
cazuela, lo que le brinda mayor garantía de seguridad a la misma. Para hacerlo,
primeramente tuvimos que hacer un diseño de la cazuela en la estructura
metálica. Acción que se realizó de conjunto con el ingeniero René Canto, lo que
permitió los diseños estructural y refractario a los inversionistas
extranjeros.
P: Y
¿cuáles son los beneficios reportados?
M: El
proyecto brinda una mayor seguridad y durabilidad a la cazuela, sin que disminuyan
las filtraciones de metales y escoria, hacia las paredes metálica de la misma.
Me siento
satisfecho porque ya se están viendo algunos resultados de conjunto con el
ingeniero Guillermo Herrera quien tiene un trabajo sobre las escorias. Importantísimo, pues el metal y la
escoria van juntos en este proceso y una buena escoria favorece la formación de
un buen metal e influye en el refractario dañándolo menos.
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