sábado, 16 de noviembre de 2013

Gracias: San Cristóbal de La Habana.



Una mañana –tres años atrás- tocó a mi puerta un enano. Tomó mi mano y temerosa ante lo desconocido, seguí el impulso de andar su camino. Juntos, recorrimos largas distancias entre valles y montañas, sin la menor idea del destino final.
Una mañana, concluyó el viaje. La antigua ciudad que hoy cumple su 494 aniversario, me abrió sus puertas y me acogió en su seno. Desde ese instante, inigualables vivencias tocaron mi ser. Conocí al amor de mi vida, me transforme en la persona firme de hoy y aún así, trato de seguir creciendo ante los retos que depara el destino en San Cristóbal de La Habana.

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