Una de las cintas más populares en la historia del largometraje cubano es sin dudas: La muerte de un burócrata.
Estrenada por el
ICAIC en 1966, la obra de Tomás Gutiérrez Alea realiza una excelente sátira a
la burocracia de aquellos tiempos.
Y aunque mucho
ha llovido desde entonces, puedo decir -sin temor a pecar por absoluta- que
sigue siendo este, un mal que afecta a nuestra sociedad.
Ciertamente, en
el contexto actual, la modificación de leyes y decretos-ley en diversos
sectores así lo demuestran.
No obstante,
existen y persisten las insatisfacciones. Un molesto hecho que toca de cerca
las competencias profesionales, los valores y hasta los sentimientos humanos. Historias
de la vida real, lo confirman.
María de los Ángeles
García, vecina de 103 B No. 2613 entre 26 y 28 del Reparto La Magdalena en el
municipio capitalino del Cotorro, descubrió de manera accidental la existencia
de una fosa debajo de su casa, cuestión que indiscutiblemente coloca a su
morada en peligro de derrumbe.
Vale destacar,
que alrededor de la perturbadora fosa, se concentran niños, gestantes y
ancianos.
Aunque no en igual
situación, seis domicilios aledaños, presentan serios problemas con el sistema
de alcantarillado. Pareciera que este, es el gran inconveniente del reparto,
atendiendo a otros planteamientos llegados a nuestra redacción entre ellos, el
de Odalis González Díaz, inquilina de Calle 26. No.1325 entre 103 B y 105.
¿Cómo entender
entonces, las interrogantes y la agonía de estas personas que desde el hallazgo
del fenómeno, el 8 de octubre de 2012, han realizado escalonadamente más de 40
gestiones?
Ante dicho escenario
Radio
Ciudad de La Habana se entrevistó con Julio De La Hoz, director de
acueducto en el territorio y que solo lleva dirigiendo poco más de 4 meses.
El mismo refiere,
que la situación del municipio es complicada, aunque se actúa sobre situaciones
puntuales según el grado de complejidad. Igualmente, existía el inconveniente
de la carencia de la tecnología necesaria para implementar la acción, como lo
son las retroexcavadoras y que casualmente, para el momento del contacto con la
prensa ya no constituían más, un obstáculo.
El dirigente
insistió, en que el problema que afecta a los vecinos aludidos, tendrá la respuesta
concerniente antes de finalizar el año.
Y cuando ya
vivimos los primeros días del mes de diciembre, solo resta esperar que palabras
se traduzcan en acciones, y que definitivamente se ponga fin a la burocracia
que aún, lamentablemente, nos carcome.
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