sábado, 7 de diciembre de 2013

La burocracia que aún nos carcome.


Una de las cintas más populares en la historia del largometraje cubano es sin dudas: La muerte de un burócrata.

Estrenada por el ICAIC en 1966, la obra de Tomás Gutiérrez Alea realiza una excelente sátira a la burocracia de aquellos tiempos.

Y aunque mucho ha llovido desde entonces, puedo decir -sin temor a pecar por absoluta- que sigue siendo este, un mal que afecta a nuestra sociedad.

Ciertamente, en el contexto actual, la modificación de leyes y decretos-ley en diversos sectores así lo demuestran.

No obstante, existen y persisten las insatisfacciones. Un molesto hecho que toca de cerca las competencias profesionales, los valores y hasta los sentimientos humanos. Historias de la vida real, lo confirman.


María de los Ángeles García, vecina de 103 B No. 2613 entre 26 y 28 del Reparto La Magdalena en el municipio capitalino del Cotorro, descubrió de manera accidental la existencia de una fosa debajo de su casa, cuestión que indiscutiblemente coloca a su morada en peligro de derrumbe.


De igual forma, el descubrimiento atenta a la seguridad epidemiológica de la zona y especialmente a la vivienda de Yaneth Aguilar, pues su cocina se halla en riesgo de desmoronarse, además de la fetidez, los insectos y roedores a los que se ven involuntariamente expuestos.

Vale destacar, que alrededor de la perturbadora fosa, se concentran niños, gestantes y ancianos.

Aunque no en igual situación, seis domicilios aledaños, presentan serios problemas con el sistema de alcantarillado. Pareciera que este, es el gran inconveniente del reparto, atendiendo a otros planteamientos llegados a nuestra redacción entre ellos, el de Odalis González Díaz, inquilina de Calle 26. No.1325 entre 103 B y 105.

¿Cómo entender entonces, las interrogantes y la agonía de estas personas que desde el hallazgo del fenómeno, el 8 de octubre de 2012, han realizado escalonadamente más de 40 gestiones?

Ante dicho escenario Radio Ciudad de La Habana se entrevistó con Julio De La Hoz, director de acueducto en el territorio y que solo lleva dirigiendo poco más de 4 meses.

El mismo refiere, que la situación del municipio es complicada, aunque se actúa sobre situaciones puntuales según el grado de complejidad. Igualmente, existía el inconveniente de la carencia de la tecnología necesaria para implementar la acción, como lo son las retroexcavadoras y que casualmente, para el momento del contacto con la prensa ya no constituían más, un obstáculo.

El dirigente insistió, en que el problema que afecta a los vecinos aludidos, tendrá la respuesta concerniente antes de finalizar el año.

Y cuando ya vivimos los primeros días del mes de diciembre, solo resta esperar que palabras se traduzcan en acciones, y que definitivamente se ponga fin a la burocracia que aún, lamentablemente, nos carcome.


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